29/4/09

Un ejemplo del mal uso de las nuevas tecnologías















En Estados Unidos se ha desarrollado recientemente un software que se incorpora en las pantallas publicitarias permitiendo determinar el sexo y la edad aproximada de la persona que esté observándola en ese momento; así, en función de estas características, la pantalla emitirá de forma automática los anuncios que sean susceptibles de influir más en el espectador. Asimismo, el programa recogerá datos que sean de interés para los anunciantes como el tiempo que las personas han estado visionando la información o sus reacciones faciales ante ella.

Esto parece sacado de una novela del tipo “1984”, sin embargo (y desgraciadamente) es algo muy real. Algunas compañías estadounidenses como Studio IMC o TruMedia ya están ofreciendo este sistema a las empresas publicitarias, las cuales lo están testando en los grandes centros comerciales y en lugares públicos como la plaza de Times Square. El sistema, tiene por ahora un porcentaje de acierto de un 85% aproximadamente, pero debido a los potenciales beneficios que este presenta, las empresas implicadas están invirtiendo muchos recursos en su desarrollo.

No llegaba con la aberración que supone el someternos a unos 1500 impulsos publicitarios al día, ahora también pretenden controlar nuestras emociones ante ellos para volvernos más vulnerables ante sus mensajes. Cuestiones como esta deberían como mínimo hacernos reflexionar, ¿qué grado de libertad tenemos? y, sobre todo, ¿qué tipo de libertad queremos?

4 comentarios:

  1. Creo que ante esta invasión de publicidad, la que recibimos y la recibiremos, lo importante es la austeridad, no compremos lo que no necesitemos así también haremos un mundo más justo e igualitario. Un saludo y gracias por la visita. Alegríadevivir.

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  2. Estoy totalmente de acuerdo contigo; yo desde luego me conduzco como tu dices. Sin embargo creo que la publicidad nos afecta mucho más de lo que pensamos, creandonos necesidades artificiales que son, en ocasiones, muy dificiles de distinguir de las "reales"; no en vano las grandes empresas destinan cantidades astronómicas para diseñar su publicidad y disponen de los mejores recursos humanos para hacerlo.
    Además, yo puedo decir no consumir, pero no evitar sentirme violada cada día por los millones de anuncios, que aunque no quiera, tengo que ver, oir y desde hace un par de años hasta oler!
    Muchas gracias por tu comentario y un saludo

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  3. Muchas gracias por tu felicitación.Tu blog es muy curioso, hay cosas que no entiendo (porque no estudié lo que tú claro) pero me parece interesante, jeje. Por cierto hay un estudio sobre las necesidades básicas o creadas, que hemos hecho en la pastoral obrera, se llama "trabajo humano, principio de vida". Habla del conflicto social del mundo del trabajo. Un abrazo y gracias de nuevo.

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